Nicolás Maduro acaba de sentenciar la muerte de nuestro histórico y popular billete conocido con “el marón”, el de cien bolívares.
Como no logramos entender las razones y alcances de tal decisión, consultamos a diversas fuentes expertas. Este es el resultado:
Un banquero: anarquía e improvisación.
Otro banquero: Ignorancia.
Un gerente de institución financiera: Confunden liquidez con masa monetaria.
Una Gerente financiera: incomprensible, medida reactiva, propia de un mal consejero.
Diputado experto: agrede a la población, genera incertidumbre, amén de que nada tiene que ver con soluciones a la actual crisis económica.
Un chavista arrepentido: imposible hacerlo peor, pareciera que busca y no encuentra un camino hacia la estatización de la banca.
Una empresaria y banquera: Tiene una psicosis con el espionaje y la guerra económica, necesita calmarse, tomar pasiflorina, más que incompetencias, lo que genera es daño.
Un político que sabe de finanzas: te recuerdo que hay un máximo de retiro por taquilla y por cajeros, pregunto ¿será que están inventando un nuevo modelo de “corralito”?
Otro banquero: de esto ninguno de nosotros sabía nada hasta que lo anunció el domingo, un verdadero desorden.
Un consultor internacional: me confirman que en la superintendencia de banco nadie sabía nada. Por eso el cambio a un oficial de seguridad. Uno que cree a pie juntillas que “es una guerra del imperio”.
Otro chavista arrepentido: imposible creer que unos colombianos en la frontera determinen nuestra política monetaria.
Una directora de banco: una medida que pagaran otros, diferentes a quienes generaron el daño. Eso se llama ineficiencia.
Consultor financiero: La medida no tiene explicación lógica, ninguna racionalidad financiera. La motivación hay que buscarla en las luchas internas dentro del gobierno.
Jorge Roig decía ayer que dentro del gabinete tiene que haber un ministro secreto: “El ministro del caos total”
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