Es perfectamente comprensible que no exista un pleno consenso en torno las acciones y decisiones que pueda ejecutar o tomar la Mesa de la Unidad Democrática. Pero esas no son razones para intentar dinamitar la Unidad haciéndole el juego a los intereses del Gobierno.
Es probable que los primeros acuerdos que surgieron del diálogo con el Gobierno, no hayan llenado las expectativas de la mayoría y que los mismos parezcan poco valiosos ante las dimensiones de la crisis, pero en el fondo parecían pasos importantes en el marco de la reinstitucionalización del país, la libertad de los presos políticos y sobre todo del ingreso de la muy necesaria ayuda humanitaria; aunque la conducta radical, terca y prepotente del Gobierno devaluó lo acordado.
Todas esas diferencias forman parte de la diversidad que debe caracterizar a toda democracia normal, lo anormal es que en un conflicto de las características del venezolano se pretenda acabar con la Unidad, como si el adversario a derrotar fuera la MUD, cuando realmente es el Gobierno que quiere acabar con cualquier vestigio de disidencia.
Es incomprensible que los primeros enemigos de la Unidad sean algunos que supuestamente forman parte de dicha Unidad. Cuando disparan contra la MUD parece que fueran voceros del Gobierno. Cuando discrepan de la Unidad, pareciera que son aliados del régimen. Lo más grave es que son reincidentes en su afán por destrozar a la coalición opositora.
Creo que esos compañeros de la Unidad, deben primero participar y hacer todas las críticas dentro de la MUD. La opinión pública no puede, ni debe seguir siendo el escenario donde se debatan las acciones y decisiones de la Unidad. Las redes sociales no pueden sustituir a las discusiones internas. Repito, con eso se convierten en aliados del régimen.
Pero también les hago un llamamiento respetuoso a los ciudadanos que forman parte de la disidencia. Hay que tener madurez para entender el delicado momento que vive el país, pero además para comprender que no estamos ante un adversario democrático, sino frente a uno que usa todo su poder, que manipula las leyes y que persigue sin límites.
No deben creer en todo lo que se dice en las redes sociales, porque el Gobierno usa sus laboratorios para lanzar rumores y acusaciones con el fin de intentar acabar con la Unidad.
El cambio no es fácil de construir y sólo será posible si mantenemos la Unidad en la Unidad. No le hagamos el juego al Gobierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario