sábado, 21 de enero de 2017

Jugando al ciprés con el enemigo - LUIS GERMÁN CABRERA B.

¿Dónde estamos?, en una dictadura, lo dice el dictadorzuelo. Ahora con más razón, la fuerza que emerge del pueblo que tiene que demostrarla en las calles para no dejarse quitar su libertad

Hasta ahora, sin darse cuenta de la mala jugarreta que pone en la mesa el enemigo, porque no se trata de un adversario cualquiera, es un cosaco lleno de impertinencias que se aglomeran para el ataque, a sabiendas de su terreno perdido. Con el viejo cuento de: “yo no fui, fuiste tú”, la dirigencia opositora se resbala en la interpretación para incurrir en los siempre consabidos errores, que tanto daño hacen a la política vernácula, de lo que se aprovechan más de un confundido escribano o dirigente de cafetín pretendiendo ir a la “guerra” con un Kilométrico en el bolsillo.

La soberana sabiduría popular, llena de aciertos en la mayoría de las veces, se califica para apostar el “ya te conozco, róbalo por el camino que vas”. No se le puede estar jalando el rabo al diablo, porque aun así, se le quema el cuerpo al abusador y cura no hay en los hospitales; en estos casos los mirones no son de palo y se cansaron de esperar por una postura política de envergadura que se atreva a encepar al hijo del que ya no está por la entrega del país a extraños, catalogado como traidor a la Patria.

Nadie, con el juicio encendido por lo que se está viviendo, se puede esconder detrás del ciprés como un juego de enamorados ante la presencia de un cadáver. Se entiende, por razones más que históricas, la falta de conducta civilizada en los militares preparados para enfrentar al otro con armas y que son hoy los que gobiernan en el país, sembrando el terror, incluso, como el escenario montado días atrás con el cuento de defender a la Patria por si el imperialismo viene y ataca.

Aquí, en esta Venezuela de ahora, ya se destapó la barbarie de la fuerza armada militarizada y civil, para acentuar la represión, el miedo e intervenir a la fuerza cualesquiera de las actividades del ciudadano común. Que más se espera cuando ya hay censura en todos los medios de comunicación social pretendidos de “derecha” y opuestos al régimen, para acallar lo que está ocurriendo; cientos de políticos y militares presos sin juicios jurídicos reales, torturados, perseguidos, exilados y muertos; “paseos” continuos por las calles en blindadas unidades militares; colas y más colas para adquirir alimentos, medicinas y gas doméstico; esto es lo que se mira como parte del paisaje urbano.

Es la ciudad sombría, con un toque de queda impuesto por la realidad del desconcierto que vive la ciudadanía, la que sufre esta desgracia nacional. Y pensar que todas estas calamidades y violaciones como sistema de gobierno, le han dado la vuelta al mundo y denunciadas en todos los organismos internacionales de derechos humanos. Todo lo hace con malsano propósito, utilizando el pretexto de “golpe de estado” o “guerra económica”, para aplicar a sus anchas un terrorismo de Estado con espías cooperantes por todas partes, como seguridad nacional para seguir burlándose de la gente. Inventan planes de agresividad todos los días; el Plan de la Patria alberga al comando anti golpe, cuadrantes de paz, la organización para la liberación humanística del pueblo (antes OLP), ejercicio militar Zamora 200, plataforma inteligente, etcétera.

Muestras sin rebajas de todos los tipos, se han venido diciendo por aquí, incluyendo una alterada equivocación cuando se omisa mencionar el nombre de aquel que no se sabe de qué murió por desconocerse el parte de su defunción, no es una piedra en el fondo del solapón, no, son verdades que no se pueden ocultar y por públicas en boca de un tonquinche, en el país no habrá elecciones para nada, sino más “revolución”. ¿Dónde estamos?, en una dictadura, lo dice el dictadorzuelo. Ahora con más razón, la fuerza que emerge del pueblo que tiene que demostrarla en las calles para no dejarse quitar su libertad.

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