Muy a propósito de que mañana arranca el asueto de carnavales en el país, me pareció muy válido traer a colación, el disfraz que ha significado para Venezuela esta revolución de pacotilla, que disfrazándose de corderitos y de los salvadores de la patria, nos condujeron a la peor catástrofe vivida en nuestra era republicana.
La hipocresía, la traición, la burla, el chantaje y la humillación es que lo que ha privado en un gobierno corrupto e inmoral que se ha llevado todo a su paso, incluso las necesidades más latentes de las mayorías, porque apoyándose en ellas como bastión político, han significado una estafa para el país.
Las mascaretas del socialismo del siglo XXI, las han usado durante casi veinte años de un proyecto oscuro, de traición y de acciones burlescas en todos los ámbitos de la vida nacional. No obstante, han fracasado en todas las políticas económicas, sociales, morales, culturales y pare usted de contar, y aprovechándose del secuestro, amenaza o soborno que tienen en los órganos autónomos del poder, a excepción de la Asamblea Nacional, han actuado de espaldas al país, burlando la Constitución Nacional, secuestrando el estado de derecho y los derechos políticos de la gente.
Pues bien, nuestro pueblo se cansó de estas mascaretas políticas, y a través del voto soberano y secreto, quieren escoger los destinos políticos del país. Ya basta de hipocresía y de máscaras y marionetas; la gente quiere sinceridad, transparencia y eficiencia, y definitivamente con la permanencia de Nicolás Maduro en la presidencia de la República, el rescate de estos valores morales imprescindibles para la sobrevivencia de la democracia, no será posible.
Hoy el 90% de los venezolanos exige un cambio en la conducción política del país, incluso muchas personas que en un primer momento se deslumbraron con las máscaras de mesías y de santos de los seudo revolucionarios, son los primeros que quieren que Nicolás Maduro salga de la presidencia de la República, porque fueron burlados en su buena fe.
Tanto es el nivel de cinismo de este gobierno inmoral, es que quieren disfrazar la trágica situación del país, con bolsas Clap, con cifras infladas, con un panorama bonito y con corruptos que se disfrazan de funcionarios y de un generalato (con mínima excepción) disfrazado de patriotismo, cuando la realidad habla por sí sola y por más que quieran tapar el sol con un dedo, no podrán porque el daño patrimonial y moral es muy grande.
La invitación es al pueblo venezolano para quitarle las mascarillas a esta revolución de pacotilla, y gritar la verdad de lo que sucede en el país al mundo entero sin temor alguno, porque aparte de ser un derecho fundamental, es una necesidad para salir de este cortejo de hipócritas que acabaron con la estabilidad, la paz y la tranquilidad de más de 30 millones de personas.
Bernabé Gutiérrez
Secretario de Organización
Acción Democrática
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