domingo, 4 de septiembre de 2016

La KGB criolla - Julián Martínez Santana

Una nutrida representación de indígenas del Amazonas, junto a unos curas valerosos, emprendieron una caminata hacia Caracas para exigir que el referendo sea este año. El Sebin detuvo a uno de los curas y amedrentó a varios indígenas. Quizá los acusó de no estar vestidos apropiadamente y al cura le habrán dado un par de ostias (sin eucaristía)

La Seguridad Nacional se hizo famosa en la época de Marcos Pérez Jiménez. Tenía ya tiempo funcionando, pero nunca fue tan célebre como cuando el general la transformó en una especie de KGB o de Gestapo criolla. El Sebin, cuyas siglas tienen el ridículo significado de: Servicio, Bolivariano de Inteligencia Nacional, es la nueva SN del nuevo dictadorzuelo. Ahora poseen más tecnología, y Chávez se encargó de que tuvieran también un edificio ostentoso y amenazante cerca de la Plaza Venezuela, en cuyos sótanos torturan sobre todo a los estudiantes que osen disentir. Esto último, por cierto, no es ninguna novedad en este tipo de organismos del terror. Lo realmente curioso y espeluznante es que el Sebin vive y manda en un país propio y personal.

Por ejemplo, cuando el hermano de un amigo y colega fue encarcelado injustamente en el Helicoide (sede del Sebin que es otro legado de Pérez Jiménez), mi amigo fue a visitarlo y todos los derechos le fueron negados porque, según los esbirros, el Sebin funciona por su cuenta. Y cuando mi amigo fue con la carta de excarcelación firmada por un juez, los esbirros le respondieron que eso estaba firmado por un juez del Ministerio Público venezolano y que ellos seguían otras leyes (o sea, que los esbirros eran en realidad rebeldes que luchaban contra el sistema).

Una nutrida representación de indígenas del Amazonas, junto a unos curas valerosos, emprendieron una caminata hacia Caracas para exigir que el referendo sea este año. El Sebin detuvo a uno de los curas y amedrentó a varios indígenas. Quizá los acusó de no estar vestidos apropiadamente y al cura le habrán dado un par de ostias (sin eucaristía).

Sus órdenes son defender al autócrata Nicolás, a pesar de que el delincuente en cuestión asegura ser el presidente de Venezuela y el Sebin, como ya hemos dicho, se encuentra en un estado paralelo, otro país, pues.

Pero a Maduro lo odian 8 de cada 10 venezolanos. Por eso la KGB, perdón, el Sebin, no puede permitir que este año se hagan una elecciones donde Maduro llegaría detrás del último puesto. Así que se dedican a hacer lo que mejor saben hacer: terrorismo de estado. El terrorismo de estado consiste en la utilización de un organismo rebelde (porque no obedece leyes nacionales) que, al mismo tiempo, pertenece al gobierno y hace atrocidades con el fin de inducir miedo o angustia en la población civil, para garantizarle a los gobernantes que podrán seguir robando y ejerciendo el poder.

Un ejemplo de terrorismo de estado es lo que le han hecho a Ceballos. A su casa llegaron en la madrugada, despertaron a la familia, y se lo llevaron con la excusa de que todo era por razones médicas. Así que lo montaron en una ambulancia donde un funcionario se identificó como miembro de la Gestapo -perdón, del Sebin- y dijo que se lo llevaban a una cárcel de presos comunes. Desde la ventana su hija, con voz firme de niña, gritó: “papi, te amo”. A lo que Daniel respondió: “te amo, hija”. Y a ninguno de los dos pareció quebrárseles la voz. Pero a mí sí, y con un nudo en la garganta espero que la KGB (Kilos de Grasa Bolivariana) -quise decir, el Sebín- devuelva el vehículo que usó en el operativo, porque casi no quedan ambulancias que funcionen en Venezuela.

TalCualDigital.com
30/09/2016

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