16 de septiembre 2016
Hugo Chávez desgobernó a Venezuela durante 14 largos años, lo equivalente a casi tres períodos presidenciales y recibió más de un millón de millones de dólares durante su mandato, mientras en el gobierno de Maduro se acrecentaron, exponencialmente, los problemas más elementales y acuciantes para nuestros compatriotas. Eso todos lo sabemos.
Desde AD, en estos primeros 75 años de nuestra existencia, estamos empeñados con la seriedad que nos caracteriza, cuando diseñamos una política justa y coherente, en hacer triunfar el Referéndum Revocatorio del mandato del Presidente de la República. De lograr la revocatoria, este año, a los 30 días debemos participar en una contienda electoral para cubrir el vacío presidencial.
Esta es la oportunidad de AD para salir a la calle con su propia política, respetando la unidad sin perder nuestra fisonomía, sin complejos de ningún tipo, con toda esa experiencia de luchas desde la clandestinidad, el gobierno o la oposición, para recorrer a Venezuela con sus símbolos llamando a la unidad, no de siglas, sino de propósitos de Estado.
Seguros estamos que la mayoría de los partidos políticos integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática nos acompañarán, pero lo más importante: los venezolanos abandonarán sus temores, al ver a un partido político como Acción Democrática luchando, en el medio de la arena de la controversia política, para convertirse en una real alternativa de poder y, podamos así, salir de esta pesadilla que nadie quiere se prolongue en el tiempo. De los adecos depende. AD nació, como dijera Rómulo Betancourt: para hacer historia, pero fundamentalmente… ¡desde el poder!
En definitiva queridos amigos: nosotros tenemos por delante el inmenso reto de devolverle la libertad, la democracia, la modernidad y un futuro luminoso a nuestro pueblo, pero hagámoslo siempre con alegría, con optimismo, porque a pesar de todos los avatares que acontecen hoy en Venezuela, sigue existiendo un pueblo con valores democráticos inoculados, en nuestro cuerpo social, por el ejemplo de nuestros padres fundadores. El optimismo y la alegría siempre se han impuesto a la tristeza y al pesimismo.
Les pongo el ejemplo de nuestro inolvidable poeta, Andrés Eloy Blanco, refiriéndose a la muerte que presume el momento del más elevado concepto de la tristeza y el pesimismo. Allí hacía, sin embargo, llamados a la alegría y a la lucha por la libertad y la justicia. Al final de su famoso poema “Cantos a los hijos en marcha”, lo dice de esta bellísima manera:
Madre, si me matan,
ábreme la herida, ciérrame los ojos
y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
y esa pobre mano por la que me matan,
pónmela en la herida por la que me muero (...)
Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
–¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos...
Y una palabra: JUSTICIA
escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
vengan la Madre y las Hermanas
y sonrían a la hermosa tumba
con nardos, violetas y helechos de agua
y hombres y mujeres del pueblo cercano
que digan mi nombre como de su casa
y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.
Vamos a salir de esta pesadilla. Mantengamos la unidad democrática, vayamos unidos al referéndum revocatorio y ya ustedes verán que a partir de ese glamoroso triunfo, veremos con claridad la verdadera salida que reclama toda Venezuela: la de un nuevo gobierno sin exclusiones de ningún tipo, que abra las puertas de nuestro país para que regresen los capitales huidizos que le temen a la inseguridad jurídica y económica, pero sobre todo para que regresen nuestros muchachos, los profesionales mejor formados de América Latina, para que vengan de regreso a su patria a ayudarnos a la inmensa y noble tarea de reconstruir a Venezuela, desde el poder, donde Acción Democrática no será bisagra, sino timonel de los nuevos tiempos.
Así que ADelante, con alegría, sin exclusiones de ningún tipo, sin odios raciales, políticos o ideológicos, que el futuro le pertenece a esta generación que jamás tolerará el pensamiento único. ¡Lo que esta generación se niegue a hacer nadie podrá hacerlo, pero lo que se proponga hacer nadie tendrá el suficiente poder para evitarlo! Concluyamos con el slogan de este 75 aniversario:
¡Sí hay futuro!
AD es la garantía.
Antonio Ecarri Bolívar
Vicepresidente de Acción Democrática
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