miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sépanlo, pues - Elides J. Rojas L.

28 de Septiembre 2016

Es normal escuchar a cualquiera de los más antiguos dirigentes del PSUV, que son los mismos desde los tiempos del golpe de Estado del fallecido Hugo Chávez, algunos envejecidos, otros con sus cirugías para remendar párpados ajados por el tiempo y el peso del proceso revolucionario; afirmar seriamente más o menos esto:

Una. Si se realiza el revocatorio el primer perdedor será el pueblo. El revocatorio no es contra Maduro, es contra el pueblo.

Dos. No habrá revocatorio. Ni este año ni el próximo. La oposición no tiene con qué. No tienen gente ni votos. Comenzaron ese remedo de referendo muy tarde porque nunca quisieron hacerlo.

Tres. La MUD cometió un fraude contra la población. Engañaron a la gente. Las firmas correspondientes al 1% son falsas en su mayoría. Pronto el TSJ lo dictaminará así. Y mucho hablador irá preso por ese fraude.

Cuatro. Este año no habrá revocatorio. Y en 2017 es imposible. Maduro terminará su mandato y el chavismo seguirá en el poder. Un chavista será presidente de Venezuela por los próximos mil años.

Esas afirmaciones son en línea. Las repiten en televisión, en radio, en la agencia de noticias del oficialismo. En todas partes. Y se sabe que es así. Es la posición esperada del chavismo. No dejarse sacar de la silla a como dé lugar. Pero lo que no dicen ni dirán jamás, cosa que sabe todo el mundo, además, es más o menos lo siguiente:

Una. No habrá revocatorio por una sencilla razón: como partido en el gobierno y con el control absoluto de todos los poderes públicos, salvo uno que tenemos neutralizado, con los billetes en las manos, con las policías y las armas de nuestra parte, haremos lo que sea necesario legal o ilegalmente para que ese intento de golpe de Estado no ocurra nunca.

Dos. Sabemos, como partido de gobierno con casi 18 años de desgaste en el poder y con una gestión de hambre y corrupta, que cualquier elección que se realice en Venezuela será una derrota grande y cantada para el PSUV, nuestra plataforma de poder. Eso no lo diremos nunca. Diremos cualquier cosa. Que no hay plata, que no hay tiempo, que es ilegal, que hubo fraude, que la Constitución, que las leyes. Cualquier cosa sirve. Lo que nunca haremos será confesar que sabemos con certeza que perderíamos hasta en una elección de reina de Carnaval.

Tres. Los golpistas de la oposición están esperando también que el CNE, la rama electoral del PSUV, llame a elecciones de gobernadores. Están absolutamente locos. No habrá ni ahora ni nunca., Decimos que no hay dinero para esa tontería. Pero la verdad es que sabemos, sin lugar a dudas, que la oposición nos barrería. Si acaso ganaríamos una o dos gobernaciones, en regiones que todavía tenemos hipnotizadas. Así que sigan esperando sentados. No habrá elecciones ni en lo que queda de año ni en el próximo. Tenemos que esperar que suba el precio del petróleo y después veremos.

Cuatro. Sepan que en Venezuela habrá elecciones nuevamente solo si nosotros, el PSUV, sabe sin lugar a equivocaciones, que las ganaría. Con trampa o sin trampa. La derrota horrorosa que nos metieron en las elecciones parlamentarias no ocurrirá más nunca.

Sépanlo, pues.


Twitter: @ejrl

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