jueves, 22 de septiembre de 2016

Bernabé Gutiérrez: Paz para Venezuela



En horas recientes cuando el mundo celebró el Día Internacional de la Paz, decretado en 1982 por la Organización de las Naciones Unidas, y cuando su Secretario General Bam Ki Moon, hizo sonar las campanas de la paz en la sede del organismo en Nueva York, debo confesar que sentí nostalgia y tristeza por nuestra Venezuela, hoy sometida a escenarios violentos y de enfrentamientos, por parte de un gobierno que incita a la guerra y al odio.

Venezuela siempre ha sido un país de paz, que convoca a estrechar lazos de hermandad y de respeto de los derechos humanos y políticos. Por reconocimiento internacional, fuimos catalogados hombres y mujeres de paz durante años de luchas y de reivindicaciones sociales. Sin embargo, hace 18 años nos cayó una plaga, que no sólo se ha llevado todo a su paso en nuestro país, sino que este gobierno desalmado ha desatendido todos los tratados y acuerdos internacionales que invitan a la paz mundial.

En mi reflexión se me vino a la mente como Nicolás Maduro, de manera recurrente convoca al odio, al enfrentamiento, a la guerra y a la exclusión, utilizando los medios del estado para profesar discursos enardecidos por un verbo iracundio y soez, que lo único que persigue es violencia, desobediencia y rebeldía, lo que no sólo lo excluye de un principio internacional de paz, sino que quebranta la tradición pacífica y noble de un país, que durante años cultivó este valor como uno de los tesoros más preciados.

En este día tan importante para la humanidad, la Organización de las Naciones Unidas, invita a todas las naciones y pueblos a que cumplan una cesación de hostilidades y a que también lo celebren mediante la educación y la sensibilización del público sobre todos los temas relacionados con la paz. Pues bien, sería interesante que el gobierno venezolano reflexionara sobre estos principios mundiales de convivencia y de armonía, y que entendiera la pluralidad de las ideas, los principios democráticos y las libertades consagradas en nuestra Constitución, como caminos de encuentro y de paz, y no como viene haciendo hasta ahora, que se ha ensañado sin piedad contra un pueblo que clama cambio y justicia.

No obstante, y analizando los antecedentes de esta falsa revolución, pude concluir que en Venezuela sólo habrá paz, cuando el pueblo venezolano a través del Referéndum Revocatorio, de finiquito a este gobierno autócrata y corrupto, que ha pretendido amarrarse en el poder, aun a pesar del descontento y el rechazo popular.

En Acción Democrática y en la unidad venezolana, estamos convencidos que sólo los caminos de paz, cívicos y constitucionales, nos han de llevar al rescate de nuestra democracia, el camino ha sido más largo, pero a la larga es más seguro, porque estamos frente a un pueblo pacífico, que busca salidas a esta tragedia llamada revolución, desde los mecanismos legales, y por más que Nicolás Maduro y sus jerarcas, quieran perseguir, chantajear y encarcelar a la disidencia, no podrán con la voluntad de este bravo pueblo que ya se cansó de tantos atropellos y de tanta aberración.

Bernabé Gutiérrez

Secretario Nacional de Organización

Acción Democrática

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