Sí, fue un escándalo la imagen de los recién nacidos durmiendo en “cunas de cartón”.La fotografía dio la vuelta al mundo, y la respuesta de las autoridades fue “es culpa de los médicos”, o “tal vez lo hicieron con buena fe”.
Señores, aquí el problema radica en que nuestros niños están durmiendo y viviendo en cunas y casas de cartón, y lo más lamentable de todo que están desnutridos.
La llamada revolución no sólo está condenando a nuestros hijos y nietos a llegar al mundo en hospitales sin gaza ni algodón, no sólo es el tema de las “cunas de cartón”, sino que todas las condiciones de vida han sido rebajadas en un modelo de hambre y desolación.
Ver como en un país petrolero, con potencial turístico y con recursos naturales y humanos gigantescos, se condena a la población a vivir depauperados es evidencia que el modelo fracasó y que los gobernantes no pegaron una.
En el modelo del denominado socialismo del siglo XXI la escasez de alimentos, medicamentos y más, la solicitud de sacrificios sociales para la inmensa mayoría de la población, desde muy temprana edad como evidencia la imagen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en Barcelona, es diametralmente opuesta a la opulencia desmedida de quienes ostenta el poder.
Una cosa piensa el burro y otra quien lo arrea. Una cosa creen en Miraflores y otra muy distinta es lo que se está viviendo en todos los rincones de Venezuela.
La escasez de alimentos, medicamentos, la escasez de seguridad, la escasez de dinero ante el aumento vertiginoso de la inflación hace de la vida del venezolano un constante “sobrevivir”.
Las “cunas de cartón” son solo una demostración más que para el oficialismo rojo las condiciones de vida del pueblo es tema baladí. La existencia desmejorada de la población no tiene importancia para aquellos que por casi 18 años se han vanagloriado de su poder y se han enriquecido mientras la mayoría del pueblo se ha empobrecido.
Y llegan en cajas de cartón y hasta se van en cajas de cartón, porque no hay que olvidar que en muchas zonas populares venezolanas familias tienen que enterrar a sus muertos en cajas de cartón porque la adquisición de una urna, para una santa sepultura, es otro lujo creado en medio de la debacle de la revolución.
Y es que los bebés no sólo duermen en cunas de cartón, sino que la carencia de una buena alimentación afectada a las madres en período de lactancia produciendo a su vez desnutrición desde muy pequeños de nuestros niños.
¿Cómo puede crecer, desarrollarse, estudiar y vivir niños que no comen?
El problema de las cunas de cartón y de los bebés desnutridos no es un asunto esporádico o sorpresivo, sino que es el resultado del caos económico que estamos atravesando.
El régimen se llenaba la boca hablando de su inversión social, hoy observamos como los sectores pobres de país se encuentran más pobres y enflaquecen en la misma proporción que en Miraflores todos van engordados.
Por esto la unidad es más imprescindible que nunca… Unidad, unidad, unidad.
@BarretoSira
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