Una vez más se suspendió la Feria Iberoamericana de Arte, que reúne a cientos de galeristas de todo el mundo. El Salón de Jóvenes con FIA se realizará por primera vez en el interior del país
KARLA FRANCESCHI C.
La semana pasada se anunció que, por segundo año consecutivo, no se celebrará en el país la Feria Iberoamericana de Arte. Pero Nicomedes Febres, galerista y miembro del comité organizador, es enfático al afirmar que solo se posterga, no se cancela.
El año pasado, una de las razones para la suspensión del encuentro que reúne a galeristas y artistas de todo el mundo fue el cierre de la frontera con Colombia, por donde entran la mayoría de las obras. Este año se sumaron muchos factores más: la inflación, la inseguridad, la crisis política y la escasez, no solo de comida sino de los materiales necesarios para una adecuada instalación del pabellón. Están listos para montar la feria en una semana, afirma Febres, si cuentan con las condiciones mínimas.
Aunque sin FIA en un futuro inmediato, las actividades que han acompañado tradicionalmente a esta cita continúan sin descanso. El Salón de Jóvenes con FIA cumple 19 años como una consolidada vitrina para los nuevos discursos estéticos y lo celebra en Maracaibo, como un reconocimiento al trabajo que se hace en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia.
—Son dos años continuos sin la feria, ¿se han planteado en algún momento su cancelación definitiva?
—Nunca ha pasado por nuestra cabeza cancelar el proyecto FIA, nuestros equipos están preparados. Este evento nunca ha recibido apoyo del Estado. Nosotros tenemos responsabilidad con quienes vienen de afuera, son personas que toman grandes riesgos económicos. Debemos ponernos en su lugar y preguntarnos si nosotros les garantizamos la posibilidad de que la exposición sea exitosa. Si hay una rendija para hacerla, pues la haremos.
—Este año el Salón de Jóvenes con FIA cumple 19 años y por primera vez se realizará en el interior del país. ¿Cuáles fueron las razones para llevarlo a Maracaibo?
—Primero, porque el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia está haciendo una excelente labor y es como un reconocimiento a su trabajo. Además, en la capital ya no hay espacios que nos permitan montar un salón de esas dimensiones. Pero ni la FIA ni el Salón de Jóvenes fueron concebidos como eventos caraqueños sino venezolanos.
—Pasamos de tener la feria de arte más antigua del continente y una de las más importantes de la región a quedarnos rezagados con dos ediciones suspendidas. ¿Cómo afecta eso las operaciones comerciales?
—Más allá de que la FIA pudiera ser un evento de galerías, por encima de cualquier cosa es una actividad cultural financiada por personas que esperan un retorno. Alrededor de la feria se mueven muchísimas cosas, tanto artísticas como económicas. Por ejemplo, vienen muchos investigadores y muchos curadores. Sin embargo, la decisión de suspender esta feria se toma milimétricamente. Nosotros pudiéramos hacer un gran espectáculo con nuevos medios de promoción de la cultura, pero con esta tragedia que estamos viviendo…
—¿Cuáles son las consecuencias de una suspensión como esta?
—Por donde se vea son todas inconvenientes. Muchos de los artistas venezolanos que tienen presencia en las colecciones privadas internacionales fueron conocidos gracias a la FIA. Una de las cosas que me sorprende es que todos nuestros curadores están contratados afuera, ¿dónde están todas esas personas tan preparadas? Todos se han ido porque las propuestas afuera son más jugosas. La mayoría de ellos dieron a conocer su trabajo gracias a la feria. La crisis en el sector de la plástica se hará más profunda.
—¿Se puede hablar de una crisis en la plástica?
—Hay muchas dificultades en la producción; sin embargo, hoy en día tenemos una de las mejores generaciones de artistas jóvenes y estamos dedicados a su promoción. La FIA es parte de eso. Insisto, solo necesitamos condiciones mínimas y en una semana habrá feria. Nadie sabe lo que han sido estos 26 años. Arrastramos problemas desde antes, pero se han profundizado ahora. Nunca ha habido en el país la sensatez del diálogo entre el sector público y el privado.
—¿Cuáles son las condiciones mínimas para hacer una nueva edición de la FIA?
—Hace falta un gobierno que entienda el valor de la cultura y que nos ayude a imaginarnos un país mejor, pues la cultura no solo es la plástica ni la literatura. Es un concepto mucho más amplio que abarca la moda, la gastronomía, el turismo. En estos años hemos podido tener el boom cultural más grande; sin embargo, en este país no hay un museo de la historia, no hay un museo de la moda, no se aborda la gastronomía. Para mí no es representativa, por ejemplo, la Ruta de la Empanada, aunque no haya nada más sabroso que una de ellas. Otro ejemplo es que necesitamos un museo de la moda, les guste o no, porque el mundo está diciendo que esa industria también es cultura. Uno se pasea por tantos escenarios… Es necesario repensar por completo el país.
Formación y debate
Nicomedes Febres es enfático al afirmar que es necesario evaluar las condiciones de preparación de las nuevas generaciones de artistas. “Eso va desde los disparates en el pénsum de Unearte hasta la misma contracción económica: no hay materiales, los artistas no consiguen dónde exponer porque se han reducido los espacios, los niveles de formación han disminuido. Aquí ya no hay libros de arte, incluso las galerías publican menos. La discusión en un futuro cercano, si no ya, debe ser sobre la educación que están recibiendo los artistas”.
El galerista considera que deben establecerse nuevos sistemas de reconocimiento porque la política ha permeado hasta los premios nacionales. “No puede ser que sean otorgados a artistas de segunda categoría solo porque son chavistas, mientras que aquí hay personas que merecen ser reconocidos por su trabajo”
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