Esta fotografía resume lo que hizo la banda de delincuentes que gobierna. Una tierra en la que el hambre y la pérdida de la dignidad ciudadana, transcurre junto al homicidio con una naturalidad aterradora, donde las personas se concentran en su propia tragedia y pierde la dimensión de la tragedia colectiva, Se dan la espalda ante los demás, sorprendidos de su caída a lo mas profundo de la desesperanza, recurren a la por todos empleada y poco menos que tradicional "indiferencia calculada" como mecanismo de defensa, para no sucumbir ante toda la agresión psicológica a la que nos someten permanente, impuesta de golpe por la dictadura y sus nefastos colaboradores, en la realidad de cada uno.
Y qué decir de otrora llamada "Autoridad" policial?: Lo mismo...desconcierto, miedo a lidiar con las consecuencias de valores que no le son naturales, sobrepasados por la cotidiana matanza de los ciudadanos, encuentran que su trabajo de repente ya no es proteger a las personas sino solo sobrevivir, atrapados entre los principios de la justicia social y los principios de la tiranía asesina de quienes eligieron matarnos si no nos sometemos. Como si el sometimiento fuera una opción para quienes nunca fueron esclavos de nadie.
Alguien podrá alegar - Bueno, pero esa foto es un montaje!... da igual, el infierno al que nos trajo las hordas de corruptos, ladrones, asesinos y "comandantes supremos" (porque cada uno se atribuye esta nefasta cualidad) es una realidad concreta, tan concreta que es capaz de cortar el aire que respiramos, el suelo que transitamos, el escenario que encontramos para donde miremos. Tenemos que salir de este hoyo, tenemos que aprender la lección y excluir de nuestro presente y futuro concretos este regreso a la barbarie. El 1º de septiembre es el momento para no volver a perder la oportunidad de incidir en lo que a todos nos pasa. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos.
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