El partido Acción Democrática formalmente celebrara el 75º aniversario de su fundación, ya que en 1941 fue legalizado con ese nombre, pero su verdadero nacimiento tuvo lugar diez años antes, en 1931, cuando un grupo de revolucionarios venezolanos redactó e hizo circular el Plan de Barranquilla, breve esbozo de un análisis marxista de la realidad venezolana y de programa socialdemócrata para la transformación del país.
Antecedentes, creación y Presidentes de AD
En el marco de la celebración de la semana del estudiante de 1928 , un grupo de valientes universitarios emprende una serie de protestas contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. Al calor de las revueltas nace una nueva forma de concebir la política y la manera en la que debían ser conducidos los destinos de Venezuela, nace pues la llamada “Generación del 28″, de donde luego emergerán hombres notables que liderarán el proyecto de transformación social más grande que ha conocido nuestro país. En medio de la lucha muchos de ellos conocerán la tortura, otros el exilio y algunos otros deberán pagar el precio de enarbolar sus ideales.
En el exilio colombiano Betancourt escribe El Plan de Barranquilla, en 1931. Allí, en compañía de Ricardo Montilla, Raúl Leoni y Valmore Rodríguez se dedica a realizar un diagnóstico de la situación socio- económica que atraviesa la Venezuela de los últimos años del gomecismo, a la vez que se elevan una serie de peticiones destinadas a transformar radicalmente el país: civiles al poder, respeto a la libertad de expresión, creación de campañas de alfabetización y enseñanza técnica para obreros y campesinos, respeto a la autonomía universitaria y revisión de los contratos y concesiones acordadas con países extranjeros.
Luego de la corta existencia de organizaciones donde comienza a gestarse la lucha por la transformación radical de Venezuela, tales como la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) y la Organización Venezolana (ORVE), en 1936 nace el Partido Democrático Nacional (PDN). Desde allí, en medio de un fuerte trabajo clandestino, se comienzan a enarbolar las banderas del pensamiento nacionalista, policlasista y antiimperialista que más tarde llegará a su madurez absoluta con la fundación de Acción Democrática.
En la primera conferencia nacional del PDN, se enuncia el programa de gobierno del partido, que buscaba: el tránsito a un verdadero sistema democrático; acabar con el latifundio a través de una Reforma Agraria y, finalmente, rescatar la explotación de los recursos naturales renovables del país de manos extranjeras y sentar las bases para poder establecer una economía de signo nacionalista que fuese instrumento del desarrollo de Venezuela.
El 13 de septiembre de 1941, en medio de la imposibilidad de legalizar el PDN ante el gobierno de Medina Angarita, nace formalmente Acción Democrática con un concurrido mitin en el Nuevo Circo de Caracas. Estarán allí dirigentes que habían acompañado –la mayor parte del tiempo desde la lucha clandestina- la experiencia de ARDI, ORVE y obviamente del propio PDN: Rómulo Betancourt, Gonzalo Barrios, Valmore Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Rómulo Gallegos, Inocente Carreño, Raúl Leoni, Ricardo Montilla, Mario García Arocha, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Juan Pablo Pérez Alfonso, entre otros.
La creciente oposición y la rotunda negativa de la oligarquía nacional a abrir cauces democráticos fue lo que llevó a Rómulo Betancourt a entrar por la ventana a Miraflores. Un movimiento militar que derroca a Isaías Medina Angarita coloca en el poder la Junta Revolucionaria conformada por oficiales de las Fuerzas Armadas y líderes de la Dirección Nacional de AD. Como presidente de la junta es designado Rómulo Betancourt, acompañado principalmente por Raúl Leoni y Gonzalo Barrios.
Para los líderes de AD se trataba, en todo caso, de devolverle al pueblo su soberanía usurpada mediante la creación de un sistema electoral universal, directo y secreto para todos los ciudadanos mayores de 18 años. Efectivamente, los años que le siguen al movimiento del 18 de octubre son de actividad incesante. Se toman importantes medidas en lo relacionado con obras públicas, política agraria, política crediticia, vivienda popular, educación pública y servicios públicos.
En 1947 se llevan a cabo las primeras elecciones libres en Venezuela. En ellas todos los hombres y mujeres venezolanos tuvieron la oportunidad de elegir de manera secreta, directa y universal a su Presidente. Realizados los comicios, Rómulo Gallegos, destacado novelista y fundador de AD, vence con más del 70% de los votos, convirtiéndose así en el primer Presidente civil electo directamente por el pueblo venezolano.
El paso de Gallegos por Miraflores es muy breve, puesto que el 24 de noviembre de 1948 una conspiración militar se traduce en un golpe de estado y lo destituye del poder. El 7 de diciembre de 1948 la nueva Junta Militar que asume el gobierno ilegaliza a AD y comienza a perseguir a su militancia por todo el país. Muchos de los líderes del partido lucharán tenazmente en la clandestinidad y otros deberán irse al exilio para evitar ser asesinados, todo ello hasta el 23 de enero de 1958 cuando finalmente es derrocada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
La era democrática venezolana es inaugurada con el triunfo del candidato de AD en diciembre de 1958, Rómulo Betancourt. El padre fundador del partido gobierna hasta 1964 y su gestión se caracteriza por impulsar el modelo de sustitución de importaciones y la Ley de la Reforma Agraria. El período de Betancourt es bastante agitado en el plano social y político, puesto que debe afrontar conspiraciones tanto de los viejos sectores militares que se resistían a darle paso al cauce democrático en Venezuela, como de grupos de extrema izquierda que buscaban reproducir la revolución cubana en nuestro país.
En 1963 Acción Democrática vence por segunda vez consecutiva en los comicios llevados a cabo para elegir al Presidente de la República. En este caso el ganador resulta ser Raúl Leoni, quien asume el período 1964-1969. Esta etapa se caracteriza por dar continuidad a los avances consolidados en el quinquenio anterior. Aunado a ello, el gobierno de Leoni se esmera en la construcción de obras de infraestructura a lo largo y ancho del país, al tiempo que acomete con buen tino una política de pacificación para los grupos de extrema izquierda que habían decidido tomar el camino de la lucha armada.
En las elecciones presidenciales de 1973 el abanderado de Acción Democrática, Carlos Andrés Pérez, se hace con una holgada victoria.
Pérez, que gobierna desde 1974 hasta 1979, se empeña en desarrollar un ambicioso proceso de industrialización del país. Es además durante su período de gobierno cuando se nacionalizan el hierro y el petróleo, al tiempo que se desarrollan planes de inversión social, como el del pleno empleo o el plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho.
Para las elecciones presidenciales de 1983 el candidato de AD, Jaime Lusinchi, obtiene el 55,38% de los sufragios emitidos. Su gobierno, que va desde 1984 hasta 1989, se empeña en mantener el pacto social como proyecto de estado. Durante el gobierno de Lusinchi tendrán lugar las primeras reuniones de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), cuyas propuestas serán desarrolladas posteriormente, en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez.
En diciembre de 1988 Carlos Andrés Pérez se convierte en el primer Presidente de la era democrática en lograr ser electo para un segundo período constitucional, con más del 53% de los votos. Durante su período, caracterizado por ser agitado en el plano social y político (se produce el Caracazo y se generan dos intentos de golpe de estado en 1992), Venezuela comienza a experimentar cambios en su economía, a la vez que se promueve la descentralización en la búsqueda por profundizar la democracia. Será durante este quinquenio que los venezolanos escojan por primera vez a sus gobernadores y alcaldes.
Tiene razón Carlos Canache Mata cuando escribe que AD no es “marxista” en el sentido dogmático y autoritario que los comunistas le han dado a ese concepto. Sin embargo, sí lo ha sido desde sus clandestinos orígenes en cuanto al método de análisis que utiliza, y que es fiel al legado intelectual de aquel genio judeo-alemán que fue el creador esencial de la ciencia social de nuestro tiempo, así como lo fue Darwin de la biología, Freud de la psicología y Einstein de la física contemporáneas. El método de Marx consiste en interpretar la realidad sobre la base de un análisis de la interacción y correlación de las grandes fuerzas sociales que se mueven bajo la superficie del acontecer cotidiano y en apoyar aquellas que ayudan al avance hacia una mayor libertad humana. Además de ello, Marx se distinguió por su apasionada defensa de la democracia y por su espíritu autocrítico y antidogmático que exige constantes revisiones de su propio pensamiento a la luz de nuevas realidades objetivas. La socialdemocracia acoge la metodología de Marx, mientras rechaza toda tergiversación dictatorial o antidemocrática de su doctrina.
Los primeros diez años de la socialdemocracia venezolana fueron de lucha clandestina, primero bajo la tiranía de Juan Vicente Gómez y después bajo el paternalismo aperturista de López Contreras. La legalización, con el nombre de Acción Democrática, se efectuó en 1941 bajo el gobierno de Medina Angarita, ya liberal y sensible a las corrientes renovadoras que agitaban al mundo.
El “trienio adeco” de 1945 al 48 marcó un hito decisivo en el establecimiento, por la primera vez en la historia de Venezuela, de una plena democracia política fundamentada en el sufragio universal directo y secreto y la incorporación de todo el pueblo, hasta en sus sectores más pobres y atrasados, al proceso político. Además produjo un avance radical hacia la “segunda independencia”, básicamente económica y petrolera, dio pasos hacia una mayor igualdad y justicia social efectivas y planteó una política exterior de solidaridad democrática y antidictatorial.
Después vino la década tremenda y heroica de la resistencia contra la dictadura de Pérez Jiménez. Como el partido más perseguido, AD dio el mayor número de mártires y emergió de la dura prueba con un merecido prestigio que hizo que en 1958 las mayorías campesinas, obreras y de clase media democrática eligieran como presidente constitucional a Rómulo, Betancourt, a quien le seguirían posteriormente Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi como grandes gobernantes democráticos y progresistas de la tolda adeca.
Hubo también etapas de retroceso y de vacilación, pero siempre volvió a surgir la mística de la liberación nacional y la democracia social, inextinguible en el alma de aquel partido.
Hoy ocupa un puesto de liderazgo Legislativo destacado en la Mesa de Unidad Democrática en lucha contra la autocracia chavista y habiendo jugado un papel importante en la victoria electoral opositora del 6 de diciembre. actualizada. Juega un papel estelar en la centroizquierda venezolana.
Es un partido con vigencia siempre renovable y por ello inextinguible.
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