No habrá Maduro, ni madurismo, ni chavismo, la noche que se conozcan los resultados oficiales del Referendo Revocatorio, pues todas las encuestas confirman que saldrán con no menos del 80 por ciento de los votos.
Por eso, desde que MUD anunció a comienzos de abril que el Revocatorio que había impulsado Capriles, era la vía adoptada para que el pueblo le hiciera las maletas al dictadorzuelo, no pasa un solo día sin que invente maniobras, trampas, trucos, estafas y estratagemas tendientes, de una parte, a impedirlo a toda costa contraviniendo la constitución y las leyes, y de la otra, promoviendo el desánimo, la desesperanza, el pesimismo y la desilusión para que el pueblo “se deje eso”
Dentro de este arsenal de ruindades, salió el frustrado “diálogo”, que no fue más que un mascarón de proa para que la oposición y unos expresidentes hablaran bolserías, mientras el “exlíder autobusero” se atornillaba en el poder.
Ahora andan por ahí el expsiquiatra, Jorge Rodríguez (también conocido como “el desequilibrado en el diván”) y el califa o sultán de Aragua, Tareck El Aissami (dicen embajador de Hezbolá en Venezuela) y que denunciando un presunto fraude con la recolección del 1 por ciento de las firmas para activas el Revocatorio, cuando ya fueron “validadas” y consideradas “legítimas” por el CNE.
Agregan otros desatinos, como muertos y electores casi bicentenarios “firmando”, cuando todo el mundo sabe que, “firmar” no es “votar”, porque se trata de una acto personalísimo que puede ser corroborado con la firma, cédula, profesión y dirección del votante.
En otras palabras que, triquiñuelas y zarpazos de la peor calaña esgrimidas por individuos de la peor calaña y que son aplastadas con solo tres palabras: ¡EL REVOCATORIO VA!
Cortesía de: Carmen María Sivoli. Madre y Abuela, Católica y ADECA.
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