viernes, 28 de octubre de 2016

¡Venezuela sin Padrinos! - Luis González del Castillo

A pesar de todos los esfuerzos pacíficos, y democráticamente impulsados por la población venezolana, a través, entre otras, de la dirección política representada por la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, el gobierno de Nicolás Maduro y su adlátere Diosdado Cabello, decidió finalmente dar el palo a la lámpara y desconocer el artículo 72 de nuestra Constitución, que reza: “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del periodo para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar un referendo para revocar su mandato…

Toca de ahora en adelante, a toda ciudadana o ciudadano, investido o no de autoridad, colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de la constitución (artículo 333 de nuestra constitución). Existen mil maneras para colaborar en ese objetivo vital de restablecimiento de la democracia venezolana y sus instituciones. Todo aquel que por omisión, opinión sesgada debida a intereses mezquinos, acción arbitraria, impericia en el ejercicio de sus funciones, de manera directa o indirecta, obstaculice dicho esfuerzo para el restablecimiento de la vigencia de la constitución, quedará al margen del derecho y será objeto de futuras sanciones, de mayor o menor envergadura, con base a su grado de responsabilidad y/o posición de jerárquica en un gobierno violador de tales preceptos constitucionales. Recordemos, por cierto, que el tema de la obediencia debida dejó, con el estatuto de Roma, de ser excusa para el incumplimiento del deber de respetar las normas constitucionales y los derechos universales del hombre a vivir en democracia y en libertad.

El pueblo venezolano no tiene, ni necesita, padrinos a la hora de exigir se respeten sus derechos civiles. La Fuerza Armada Nacional tiene su rol de guardián-custodio de la constitucionalidad y de la libertad (sin militancia política art. 328). Desde nuestra primera constitución federalista-mirandina de 1811, y la segunda constitución centralista-bolivariana de 1819, el pueblo venezolano: mirandino y bolivariano a la vez, como somos todos los que amamos realmente a Venezuela, hemos aspirado al respeto de los miembros de los integrantes de nuestras fuerzas armadas, y por tanto también les hemos tratado con respeto. A nuestros familiares, compañeros de estudio y/o amigos que siguiendo la carrera de las armas juraron respetar y hacer respetar nuestra constitución les exigimos por tanto respeto a nuestra constitución. El dialogo, que si debe iniciarse formalmente, custodiado por la presencia del Papa Francisco, a través de su enviado especial nuncio Emil Paul Tscherrig, será forma principal de colaborar en el restablecimiento democrático. Para ello una posición de exigencia a la expresión libre mediante el voto, como salida reconocida por las naciones civilizadas de nuestro planeta, y de nuestro tiempo, es la clave de solución de la crisis venezolana. Cualquier otra posición no es más que aceptar una dictadura, con cualesquiera sobrenombres que se le quieran adosar.

Se debe entender que cuando se está luchando contra el mal, enfrentando intereses ¡claramente oscuros!, el dialogo es desde la posición de fuerza moral y de fe inquebrantable la lo que inexorablemente traerá de vuelta la reconciliación y la paz verdadera. Parafraseando a Bolívar decimos con él: “Dios concede la victoria a la constancia”. Constancia en valores y principios irrenunciables frente a seres que por su degradación harán caso omiso de cualquier posibilidad de rectificación, a no ser que la sociedad les haya demostrado, fehacientemente, que no alcanzarán ni un grado más de avance en sus pretensiones de subyugación de todo el pueblo venezolano, el cual, por saberse poseedor de la soberanía: no necesita padrinos para ejercer su libertad, solo fuerza y fe. Señor Ministro Padrino López: el Papa Francisco no tiene cañones, como diría Stalin, pero tiene pueblo, mucho pueblo. Su deber es apoyar la consulta al pueblo venezolano mediante el voto. Eso es lo que manda la constitución

fundacionvenezuelasigloxxi@gmail.com

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