En esta época de oscuro retroceso para Venezuela, cuando los ciudadanos vuelven a perder sus libertades individuales atrapados por un estado que se convierte en el peor violador de sus derechos, un estado secuestrado por una banda de militares materialmente incompetentes para dirigir una nación, que a la históricamente triste usanza de las dictaduras bananeras caribeñas, sólo esgrime el argumento de las armas como elemento de convicción social interpretando el concepto de "autoridad" (que por definición surge de la legitimidad y el común acuerdo del pacto social) en un simple "estatus de dominio" y sustituye el estado de derecho por una sarta de "reglas para territorios ocupados", Acción Democrática, un partido nacido y curtido en las luchas reivindicadoras en períodos igualmente oscuros, celebramos nuestros primeros 77 años de existencia.
Con la humildad por delante, AD es el partido político venezolano que con su larga y fructífera trayectoria de 77 años, puede esgrimir resultados cuando se trata de demostrar como una doctrina política democrática se convierte en realidad concreta.
Con la participación de otras variantes y corrientes ideológicas que bajo su celo democrático pudieron tener expresión politico-partidista, AD propuso y coordinó el acuerdo social que permitió construir una nación que le dio cabida a todos, en la que se educaron los pobladores y se convirtieron a sí mismos en ciudadanos, en la seguridad de un entorno donde las únicas limitaciones para el crecimiento y bienestar individual eran las surgidas de la voluntad propia, y no las impuestas por un estado dominante e invasivo, por el contrario, uno en el que todos pudieran contar con seguridad jurídica, alimentaria, económica, religiosa, cultural, educativa y para la evolución personal.
Este es el reto que tenemos por delante, volver a pegar los pedazos y moldear ese venezolano orgulloso de su gentilicio, participante y vigilante de sus principios y buenas costumbres que son la diferencia entre las sociedades libres y las sometidas. Por eso nuestra decisión de volver a las calles, a los hogares de la gente y mostrarles que tales valores que otrora formaron parte de su vida cotidiana, siguen estando vigentes y solo tienen que rescatar su voluntad propia secuestrada y entre todos fabricar de nuevo el acuerdo social que nos permita restablecer la libertad y potencialidad nacional.
Reconstruyamos el tejido social, reorientemos las lealtades, retomemos la organización para dejar de ser esa masa amorfa que los tiranos llaman "su pueblo" y pasemos de nuevo a ser una sociedad dinámica y vibrante, de ciudadanos que se agrupen libremente según sus mas diversos intereses legales: Gremios, sindicatos, asociaciones políticas, de vecinos, de productores, de consumidores, de comerciantes, de cultores, de académicos, de iglesias, de deportistas, de artesanos y de emprendedores; donde todas puedan coexistir y hacerse contrapeso unas a otras, manteniendo el equilibrio necesario para acordar, perseguir y alcanzar los grandes objetivos comunes que proponemos como nación:
- La Libertad, entendida como plena autonomía de la voluntad del individuo, como derecho que tienen los seres humanos a hacer todo cuanto esté lícitamente permitido y todo cuanto no esté explícitamente prohibido, la Libertad como principio esencial que garantiza a toda persona el pleno ejercicio del derecho a decidir su comportamiento y acción sin interferencias ajenas a la propia persona y sin lesionar los derechos de los demás, en el marco de lo consagrado en el sistema jurídico de la doctrina universal de los derechos humanos y, consecuentemente, como posibilidad de ejercer plenamente los derechos económicos, sociales, políticos, religiosos, de salud, vivienda, educación, cultura, sufragio, expresión, comunicación y todos los demás inherentes a la persona humana sin otras limitaciones que las restricciones mínimas establecidas democráticamente, por razones de interés social o de coexistencia pacífica entre los ciudadanos;
- La solidaridad, Como virtud humana y democrática expresada en la concurrencia y cooperación entre los seres humanos, en la contribución de sus aptitudes y potencialidades, en la aportación recíproca de esfuerzos y voluntades tanto para lograr fines individuales y sociales como para superar sus dificultades;
- La Justicia Social, carente de toda discriminación contra los individuos y garantía de la igualdad de derechos y oportunidades. Exige que las desigualdades cualesquiera que fueren se vean compensadas, aminoradas y de ser posible totalmente suprimidas por la sociedad y el Estado, sin que estos fines resulten supeditados ni a quienes detentan el poder económico ni a quienes ejerzan el poder político;
- La Honestidad, ejercida como promoción, exigencia y salvaguarda de nuestras actuaciones individuales y colectivas dentro o fuera de las organizaciones sociales a las que pertenezcamos, caracterizadas por la ética, probidad, rectitud, honradez y transparencia, como comportamiento honorable individual y social, dentro y fuera del Estado, en la actividad privada y en la función pública, como respeto al ordenamiento jurídico, a las instituciones y a las normas de convivencia social y moral, como observancia rigurosa y respeto a nuestros principios, reglas, historia, deberes ciudadanos y organizacionales, y naturalmente, como garantes de la sanción a las infracciones éticas y disciplinarias;
- La Igualdad, no definida como una imposible uniformidad de todos los seres humanos, sino como principio que reconoce las diferencias y al mismo tiempo sostiene que ellas no pueden ser soporte para ningún tipo de discriminaciones, como una misma posición y una misma condición de todos los ciudadanos ante los organismos del Poder Público, ante leyes idénticas para todos, con los mismos derechos y garantías tutelados por una sola e imparcial administración de justicia y un mismo tratamiento por parte de todos los organismos de la sociedad y del Estado, pero también entendida como igualdad de oportunidades, ya como el derecho garantizado que tiene todo ciudadano de desarrollar libremente sus aptitudes y capacidades sin interferencias ni impedimentos indebidos, y entendida también como la obligación ineludible que tienen la sociedad y el Estado de brindar las facilidades, medios y recursos para que puedan acceder libremente a las oportunidades quienes en razón de desventajas económicas, sociales, culturales o aptitudinales de cualquier naturaleza se hallan impedidos de acceder a tales oportunidades;
- El Pluralismo, expresado en la necesaria y pacífica coexistencia de las más diversas formas de ser y de pensar, en la profesión de diferentes ideologías y cultos y como valor que garantice la convivencia entre sectores diferentes de la sociedad incluso más allá de su diversidad y heterogeneidad; un Pluralismo garantizado en la tolerancia incluso de las ideas y posiciones antagónicas de nuestros adversarios y que encuentre auténtico sentido y expresión en garantizar el ejercicio del disenso, de las deliberaciones y polémicas que puedan conducir o no al consenso, en donde además de reconocer el valor del disenso y el consenso democrático al que aquel debe conducir, los practiquemos como principio esencial e inquebrantable de la verdadera democracia.
PROFyTECAD-MERIDA/VMRP
Bajo esta UnidAD de pensamiento la Seccional Mérida de Acción Democrática celebra con alegría y esperanza el Septuagésimo séptimo aniversario de nuestro glorioso partido, que se encuentra reflejada en la naturaleza de nuestra programación, a la cual extendemos una CORDIAL INVITACIÓN, seguros de contar con tu PARTICIPACIÓN.
ACOMPÁÑANOS....ADelante !
No hay comentarios.:
Publicar un comentario