miércoles, 28 de noviembre de 2018
Voy a entregarles el relato que hice, de la denuncia de Henry Ramos Allup contra la boliburguesía que se montó en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez, que transcribí en el año 2011 en mi libro Socialdemócratas vs Comunistas Historia de una Controversia venezolana*.
Es para que quede claro que Henry Ramos Allup no solo se niega a apañar actos de corrupción, sino que fue el primer denunciante de toda esta inmensa y colosal estafa, al dinero de todos los venezolanos, el 30 de noviembre del año 2009. Además, produce indignación que a un hombre honesto que ha dedicado su vida a luchar contra la corrupción, los señalados por él ahora financien una guerra sucia en su contra.
Veamos lo que denunciaba Henry, el 30 de noviembre del año 2009 y que cuento en mi libro citado:
“El Secretario General de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, denunció el latrocinio más grande de la historia universal de los fraudes públicos. Se trata de la creación de una boliburguesía, que no puede haber llegado a operar de manera tan perfecta sino a través de unos bolifuncionarios-bolicorruptos. La lista de 11 de estos boliburgueses, denunciados por Henry, la encabezan Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Presidente de Pdvsa; Alejandro Andrade, Tesorero de la nación; Pedro Torres Ciliberto, accionista mayoritario de Seguros la Previsora; Arnée Chacón Escamillo, ex teniente de Fragata, hermano de Jessy Chacón y presidente del banco Baninvest; Omar Farías Luces, presidente de Seguros Constitución; Diego Salazar, encargado del seguro de Pdvsa; Baldó Sansó, cuñado del ministro Ramírez; George Kabboul, presidente de Bariven; Roy Ellis, encargado de negociar los petrobonos, Leopoldo Castillo Bozo, presidente ejecutivo de Banvalor, y sus hermanos Juan y Gabriel manejaban “la boloña” del seguro del Ministerio de Educación; Ricardo Fernández Barrueco, presidente de los bancos Canarias, Confederado, Bolívar y Banpro.
Estos boliburgueses nada hubieran podido hacer sin la complicidad manifiesta de la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Seguros. Lo que resulta más indignante y que pone en evidencia la complicidad gubernamental, en este asalto a los dineros del Estado y de los ahorristas, es que la Disip entregó a la Fiscalía, en marzo de 2008, un informe sobre las irregularidades que estaba cometiendo ese grupo, pero no le hicieron caso y no pasó de allí la investigación. ¿Quién pudo haber detenido la investigación de la Disip sino un funcionario del más alto gobierno?
Henry Ramos, con la estructura mental lógica que lo caracteriza, le pidió públicamente al presidente de la República que hiciera un ejercicio facilísimo para él: que averigüe quiénes fueron las 100 primeras personas que depositaron en los bancos intervenidos y los 100 primeros deudores. “Para que ud vea que los primeros depositantes son del Estado y sus deudores él y su compañía, por ejemplo el caso Fernández Berrueco”.
Las irregularidades se cometieron con las notas estructuradas y ¿quién distinto al Tesorero nacional, Alejandro Andrade, podría autorizar las colocaciones? Este señor es responsable de esas pérdidas multimillonarias que se le causaron a la Nación venezolana.
La multimillonaria operación fue por 8 millardos de dólares, de los cuales fueron vendidos 4 millardos de dólares. Claro que comprados a dólar preferencial y luego vendidos a dólar permuta, y esa enorme cantidad de dinero diferencial qué duda cabe, quedó en manos de estos bandidos. La operación era hecha a través de un circuito financiero perfecto, pues Andrade, Tesorero Nacional, colocaba dinero de bonos argentinos en pequeños bancos, quienes después vendían para pagar la deuda al Estado y se quedaban con el diferencial. La ganancia para estos bandidos fue la bicoca de ¡450 millones de dólares!
El segundo caso, denunciado por Henry, lo constituye la póliza de seguros más grande de América Latina: el Seguro del Ministerio de Educación, allí los hermanos Castillo Bozo manejaban el seguro desde que Aristóbulo Istúriz era Ministro. Explicó Henry que cuando Adán Chávez asumió el Despacho ordenó una investigación, pero la Superintendencia de Seguros dijo que todo estaba correcto.
El tercer caso de irregularidad está en Pdvsa. Allí están involucrados: Diego Salazar, Omar Farías, Baldó Sansó y George Kabboul como los principales responsables. Tanto Farías como Salazar estarían inmersos en una presunta negociación ilícita con el seguro de Pdvsa. Allí fue cuando Henry se dirigió a Chávez para emplazarlo: “Presidente, si usted no cree, dígale al ministro Giordani que audite durante los últimos cinco años la póliza de Pdvsa y el reaseguro de la póliza”.
Qué maravilla de familia: Baldó Sansó, cuñado del ministro Ramírez, es el intermediario en la colocación de dólares en el mercado paralelo. Roy Ellis es el encargado de negociar los petrobonos utilizando los bancos de Ricardo Fernández Barrueco, dueño de los bancos intervenidos por el Estado. El ex presidente de Bariven, George Kabboul, era el encargado de las importaciones de alimentos para Pdval y los insumos de la industria petrolera. El señor Pedro Torres Ciliberto –íntimo amigo de Adán Chávez y de José Vicente Rangel–, quien anda huyendo, hizo estas “pequeñas” adquisiciones: compró el Central Banco Universal por 100 millones de dólares, el Banco Real y el Banco Helms por 98 millones de dólares, Seguros La Previsora por 175 millones de dólares, Seguros Premier por 40 millones de dólares y Seguros Los Andes por 20 millones de dólares. ¿De dónde sale esta enorme cantidad de dinero? Pues del mismo Estado venezolano y de los ahorristas de los bancos.
“La última vagabundería que están planeando, según el Secretario General de Acción Democrática, es que Pdvsa recogerá parte de los bonos que se vencerán en 2017, 2027 y 2037 para ubicarlos en el Banque Paribás, sucursal en Singapur. La negociación será por 80 millones de dólares por las próximas 10 semanas. Y habrá un endeudamiento masivo del Metro de Caracas, Cadafe, CANTV y empresas de Guayana”.
Esto lo relaté en mi libro editado en el año 2011. No lo reedité, ni cambié una sola coma. Lo que ocurre es que cuando en Acción Democrática decimos que el burro es negro…es porque tenemos los pelos en la mano. Fin de la historia.
*(Socialdemócratas vs Comunistas Historia de una Controversia venezolana. Editada por la C. A Editora El Nacional, con prólogo de Simón Alberto Consalvi, Págs 310-312. Caracas. 2011).
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