Resultaría redundante insistir en los efectos que para todos los venezolanos tienen las medidas económicas tomadas por el hegemón y su combo, pues cientos de expertos en la materia, con ejemplos determinantes, en especial numéricos, los han dado a conocer con profusión.
Lo que si resulta valedero resaltar, en especial para la apreciación objetiva de los indiferentes y los acomodaticios, es que las medidas están dándonos a conocer el definitivo colapso de la nación y con ello la apertura de sendas por las cuales quiere transitar el régimen para sedimentar su muy proclamado ideario comunista. A todos los problemas se agregan las altisonantes amenazas del presidente y de Diosdado Cabello, al asegurar que en caso de que los apátridas de la oposición “se atrevan” a tratar de sabotear lo que consideran, cual Mandrake sacando el conejo de la chistera, como el procedimiento que por vía de lo axiomático resolverá el problema económico del país de raíz y con ello, la consolidación de la revolución, la respuesta puede ser de cualquier tipo.
El inefable Diosdado aseguró a viva voz que si la oposición toma ese camino respecto de las propuestas del presidente, que para algunos chavistas merece por ello el premio Nobel de economía, la arrasarían como puede hacerlo un tren a toda velocidad.
Lo que está sucediendo habla a las claras de que el gobierno sigue y seguirá, si es que no se puede detener, imponiendo lo que crea conveniente para consolidar el poder absoluto del Estado y hacer que todo dependa de él, por cual resulta imperativo y es una exigencia de la democracia y los demócratas, que la oposición, dejando de lado mediocres e insustanciales diferencias, logre con una conducción idónea resultante del obligatorio consenso, acuerdos uniformes en cuanto las protestas, apoyos internacionales y definición de los objetivos a lograse al derrotar el régimen. Para ello es indispensable considerar que en nuestra sociedad cunde la desesperanza, la resignación, lo que implica generar credibilidad y demostrar que seremos capaces de alcanzar un país diferente, conformado política, ideológica, legal y estructuralmente para que prevalezca la libertad y se respete y aúpen las iniciativas individuales y grupales, centrándose el Estado es sus funciones específicas: educación, salud y seguridad.
Sobre la imperiosa necesidad de la unión, dos proverbios africanos hablan contundentemente de su poder y posibilidades: “Cuando la manada permanece unida, el león se acuesta con hambre” “Unidas las hormigas pueden vencer fácilmente a un león”.
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