Mérida.- Las protestas de presuntos estudiantes encapuchados en contra de la licitación del comedor de la Universidad de Los Andes (ULA) en la ciudad de Mérida, se tornaron violentas por segundo día consecutivo y dejaron a su paso destrozos en la sede de la Federación de Centros Universitarios (FCU), el servicio médico odontológico y una peluquería que presta sus servicios en esos espacios.
Asimismo obligaron a las autoridades de la ULA a suspender actividades académicas y administrativas este jueves 23 y viernes 24 de marzo, para resguardar la integridad física de la comunidad universitaria y proteger los bienes de la institución.
A tempranas horas de la mañana de este jueves, cerca de 40 encapuchados trancaron la avenida Tulio Febres Cordero de la ciudad de Mérida con una barricada de neumáticos encendidos y procedieron a ingresar a la Facultad de Medicina a desalojar a estudiantes y profesores que se encontraban allí en sus actividades académicas de rutina.
La paz y la tranquilidad en el campus universitario fue interrumpida cuando los encapuchados arremetieron contra los jóvenes, los golpearon, los despojaron de sus pertenencias y “los sacaron a punta de pistola de los salones de clase y de la facultad”, según denunció el secretario general de la FCU-ULA, Eloi Araujo.
Informó el dirigente estudiantil que los encapuchados también “saquearon las instalaciones de la FCU, la peluquería, el consultorio odontológico y el salón de reuniones y además rociaron con gasolina todos los espacios pretendiendo incendiar el espacio de gobierno estudiantil”.
Araujo dijo que los encapuchados son grupos armados parapoliciales amparados bajo la mirada complaciente de los organismos de seguridad “que no han hecho nada durante 12 días para frenar las protestas violentas que estos grupos han generado en contra de la licitación del comedor universitario, pero si nos atacan cuando protestamos por nuestros beneficios”, dijo.
Responsabilizan al gobernador
Las manifestaciones en rechazo a la licitación del comedor ya suman 12 días en la ciudad de Mérida y se han realizado en zonas adyacentes a varias facultades sin que funcionarios de Polimérida o de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) actúen como lo hacen con las protestas de estudiantes sin capucha, quienes semanas atrás manifestaban en defensa del pasaje estudiantil.
En ese sentido, Eloi Araujo responsabilizó al gobernador de Mérida, Alexis Ramírez, de la violencia generada por esos grupos parapoliciales.
“Señor gobernador, si usted no tiene nada que ver y si nuestros señalamientos son falsos ¿por qué la inacción de los organismos de seguridad? Cuando usted es responsable de garantizar la seguridad ciudadana a los merideños”, expresó Araujo, quien además dijo que los estudiantes víctimas de los encapuchados también lo responsabilizan “por incumplir con sus funciones y el cargo que está desempeñando”.
Por su parte, el presidente de la FCU-ULA, Jorge Arellano, también responsabilizó al mandatario Alexis Ramírez y aseguró que los encapuchados fueron dotados de cauchos y gasolina desde vehículos oficiales de la Gobernación de Mérida.
“El gobernador de Mérida arma a grupos parapoliciales para amedrentar a los merideños, grupos que atacan a los compañeros estudiantes bajo la mirada complaciente de los organismos de seguridad”, denunció Arellano, quien acotó que los encapuchados que ingresaron a la Facultad de Medicina, estaban armados y las usaron contra los estudiantes y profesores que estaban en clases.
Elio Araujo dio cuenta de 6 estudiantes agredidos y a quienes los encapuchados les robaron sus pertenencias como carteras, morrales, bolsos, teléfonos celulares y dinero.
Los estudiantes, llenos de indignación, informaron que se acercaron en horas del mediodía hasta la sede de Polimérida a exigirle al director de ese organismo, dar seguridad para los merideños y actuar contra los grupos armados que impunemente generan violencia y caos en Mérida.
No hay clases
El rector de la ULA, Mario Bonucci, lamentó los acontecimientos violentos contra la ULA “que ocurren ante la mirada indiferente y la inacción de las fuerzas de seguridad del estado” y anunció la suspensión de actividades académicas y administrativas en el núcleo Mérida por este jueves 23 y viernes 24 de marzo.
Bonucci dijo que la medida fue tomada por el Consejo Universitario (CU) en aras de resguardar la integridad de los merideños, la comunidad universitaria y para proteger las instalaciones de la ULA.
Licitación acaba con las mafias
Los dirigentes estudiantiles, Eloi Araujo y Jorge Arellano, coincidieron en señalar que las protestas en contra de la licitación del comedor son producto del malestar que la medida ha generado “en las mafias que han llevado al deterioro al comedor universitario”.
Arellano dijo que las protestas de presuntos estudiantes y de un grupo reducido de obreros, “financiados por el gobernador Alexis Ramírez”, son porque “se les acaba la mafia con el robo de comida y la sinvergüenzura que tiene un grupo de obreros”.
Eloi Araujo le dijo a ese grupo de obreros que “nos han llevado a la necesidad de licitar el comedor porque ustedes han permitido que mafias se enquisten en los comedores universitarios, se lucren y beneficien de forma personal de un beneficio y una reivindicación que es de los estudiantes que queremos un mejor servicio”, destacó.
Araujo pidió hacer un gran frente de defensa de la ULA y “darle un parado a los enemigos de la universidad, a quienes hoy ostentan el poder y obedecen las ordenes de Nicolás Maduro y del gobernador Alexis Ramírez, a estas bandas tenemos que darle un parado”, enfatizó.
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