El ejecutivo regional merideño, a pesar de la escasa disposición de medios presupuestarios a que ha estado sometida, sin perder el horizonte hace su trabajo desde la base misma para reconstruir el desarrollo económico y social de los merideños en medio de las tremendas dificultades que atraviesa el país, Ramón Guevara y su equipo de gobierno, cumplen tenazmente con el acuerdo programado para la gestión pública regional que los merideños eligieron para enfrentar las deficiencias generadas por el desmantelamiento deliberado del entramado social venezolano con políticas públicas contraproducentes desde el gobierno nacional. ADelante !

La Gobernación del estado Mérida, hizo entrega de 46 certificados e instrumentos de trabajo a productoras de la parroquia Florencio Ramírez del municipio Caracciolo Parra y Olmedo, para impulsar la producción agrícola mediante la consolidación del proyecto de Cacao.

Mientras que por parte, en diferentes municipios apoya a los emprendedores locales entregando 20 créditos regionales a través del FOMDES, que serán invertidos en pro de la pequeña y mediana empresa e industria merideña.

Los merideños no quieren dádivas engañosas de un gobierno populista, dirigidas a maximizar la dependencia de las personas de un estado omnipotente que intervenga en todos los aspectos de la vida cotidiana de los individuos, haciéndolos vitalmente vulnerables individual y colectivamente, a costa de sus mas elementales libertades y derechos.

Por el contrario, desean volver a ser ellos mismos los dueños y constructores de su futuro, del sostén de su familia y sus vecinos, a punta de su propio intelecto y trabajo, y para eso reclaman políticas públicas que en lugar de cercenar su condición humana para someterlos y dominarles como esclavos o animales enjaulados, apoyen y den sustrato para ellos mismos desarrollarse como personas y como sociedad, sin que dicho Estado pretenda ir mas allá y sustituir el rol que cada uno puede desempeñar como seres humanos esencialmente libre por naturaleza en una sociedad democrática y variopinta y tolerante, donde todos caben y se complementen para progresar juntos en beneficio de las generaciones por venir y de una nación sólidamente segura en todos los aspectos. Como debe ser.