Durante una intensa y emotiva jornada en la MARCHA DEL SILENCIO que en honor de los caídos por la Democracia y la Libertad tuvo lugar en la Ciudad de Mérida, correspondió a la Legisladora Dra. Elsa Gámez Monzón pronunciar unas palabras que recogieran el sentimiento que moviliza a los sectores democráticos merideños en esta hora aciaga por la que atraviesa nuestro terruño. Así, en el Tedeum que celebramos en memoria de los venezolanos asesinados por la Dictadura, en la Iglesia San Miguel y Plaza de la Parroquia El Llano, destino final de la marcha que partiera desde la Plaza Milla frente a la Iglesia San Juan Bautista, luego de la Oración por los difuntos, Elsa Gámez pronunció una pieza oratoria que resume dicho sentimiento colectivo de manera inequívocamente brillante, generando un largo y estruendoso aplauso de los asistentes, dentro y fuera del Templo.
Y no es para menos. Dada su trayectoria en las luchas por la Libertad desde la Secretaria Seccional de Organización de Acción Democrática luego de haber cumplido impecablemente con innumerables responsabilidades en todos los niveles y en los diferentes ámbitos estructurales de la Seccional Mérida; como Legisladora de Mérida intérprete de los mas apreciados intereses políticos merideños; como mujer y madre que mantiene impecablemente un contacto permanente con todo el gentilicio merideño para garantizar que su representación de los ciudadanos sea lo mas eficiente y preciso y como compañera solidaria que ve en los militantes, simpatizantes y amigos de Acción Democrática una extensión de su propia familia y en consecuencia, cuida de ellos como sus hijos, a Elsa Gámez le fue asignada la importante tarea de representar y ser la vocera de la Mesa de la Unidad Democrática de Mérida, quienes sin duda alguna participaron en el diseño y contenido de esta pieza oratoria, por cuanto abarca de manera impecable el blindaje de la Unidad en los ideales democráticos.
Y no es para menos. Dada su trayectoria en las luchas por la Libertad desde la Secretaria Seccional de Organización de Acción Democrática luego de haber cumplido impecablemente con innumerables responsabilidades en todos los niveles y en los diferentes ámbitos estructurales de la Seccional Mérida; como Legisladora de Mérida intérprete de los mas apreciados intereses políticos merideños; como mujer y madre que mantiene impecablemente un contacto permanente con todo el gentilicio merideño para garantizar que su representación de los ciudadanos sea lo mas eficiente y preciso y como compañera solidaria que ve en los militantes, simpatizantes y amigos de Acción Democrática una extensión de su propia familia y en consecuencia, cuida de ellos como sus hijos, a Elsa Gámez le fue asignada la importante tarea de representar y ser la vocera de la Mesa de la Unidad Democrática de Mérida, quienes sin duda alguna participaron en el diseño y contenido de esta pieza oratoria, por cuanto abarca de manera impecable el blindaje de la Unidad en los ideales democráticos.
En pocas palabras, pronunciadas con fuerza y determinación, sencillas y contundentes, magistralmente cargadas de realismo y desgarradora transparencia entre el pensamiento y el discurso, Elsa dejó ver las mas profundas y vitales convicciones de la MUD, interpretando y exponiendo las de todos los demócratas congregados para este homenaje.
Sin mas, he aquí el Discurso:
"Desde niños nos han inculcado que vivimos en Democracia y Libertad. Hemos crecido creyendo esto: que Venezuela es un país democrático y libre. Vivir en Democracia significa que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley. Que podemos elegir a nuestros gobernantes cada cierto tiempo. Que tales gobernantes no son superiores a nosotros, sino qie son individuos a nuestro servicio y, como tal, deben rendirnos cuentas de sus actuaciones. Que el gobierno es la expresión de la voluntad popular y ha de seguir siempre el mandato del pueblo. Y que, finalmente, tenemos el derecho de cambiar a los malos gobernantes mediante el voto secreto, directo y universal.
Vivir en Libertad, por otro lado, consiste en la capacidad que tiene cualquier persona de construir su propio destino. Que seamos capaces de concebir un futuro promisorio y poder realizarlo. Y, fundamentalmente, ser ciudadanos responsables de nuestras propias decisiones. Ser libre es el máximo valor de cualquier persona, porque sin Libertad dejamos de ser humanos y nos convertimos en objetos viles, marionetas de tiranos y dictadores.
Ahora nuestro país está siendo desgarrado en una lucha fratricida entre quienes creemos en la Democracia y la Libertad, y aquellos que pretenden arrebatarnos nuestros sueños. Mientras del otro lado una banda de forajidos se obstina inútilmente en esclavizarnos; de este lado seguimos empeñados en construir un país en el cual tengamos cabida todos los venezolanos. En esta lucha entre la Libertad y la tiranía, entre la Democracia y la dictadura, nosotros seguimos de pie, erguidos y sin vacilar, ante quienes quieren vernos arrodillados.
Por eso estamos hoy aquí. Para rendir un homenaje silente a las víctimas de esta lucha por la Libertad y la democracia. Ellos murieron por defender esos ideales. Sabían el riesgo que corrían al enfrentarse a la horda de salvajes que pretenden cargarnos de cadenas. Sin embargo no se dejaron amedrentar. Por el contrario, murieron creyendo en la Democracia y la Libertad. Ellos, de pie y con la frente erguida inmolaron su existencia.
Honremos, pues, a estos valientes el día de hoy. Que nadie esté triste. Que nadie agache la cabeza. Que nadie se lamente por los caídos. El sacrificio de estos valientes vale más que toda nuestra tristeza. La muerte de esos mártires vale más que todas nuestras lágrimas. Porque su lucha es nuestra lucha, debemos nosotros terminar lo que ellos no pudieron: lograr que Venezuela vuelva a ser libre y democrática.
Nosotros, quienes les sobrevivimos, tenemos el compromiso de no mancillar la memoria de los muertos con arreglos espurios. No podemos traicionar a todos aquellos que han derramado su sangre en estos años. Por el contrario, seguiremos firmes, sin miedos ni vacilaciones, hasta lograr el fin de la tiranía y el pleno restablecimiento de las libertades ciudadanas y la democracia. Solo de esa manera podremos estar seguros que no fue estéril el supremo ofrecimiento de nuestros compatriotas.
A esos valientes les decimos: Nunca los olvidaremos.
A esos mártires les prometemos: Venezuela será libre de nuevo.
A todos los que han sido vilmente asesinados les juramos: No abandonaremos esta lucha por la democracia.
Ustedes, los caídos, los muertos, los desaparecidos, tienen nuestra palabra que su sacrificio no habrá sido en vano.
Descansen en paz, hermanas y hermanos.
Mérida, veintidós de abril de dos mil diecisiete."
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