“La Mesa de la Unidad Democrática llama a sus seguidores a votar para que Diosdado Cabello sea presidente, afirmó este miércoles, el gobernador Francisco Ameliac”.
¡Qué manera de "vender" a los venezolanos la maldad y la malandrería!
¡Qué manera de amedrentar, amenazar!
¡Que manera de justificar una decisión!
Jamás son culpables, son impolutos, el culpable siempre eres tú, por tomar decisiones individuales.
Definitivamente, no conocen la probidad quienes detentan el poder, militares en gran proporción, de baja condición moral, espiritual, más cerca del hampa que de decencia.
La afirmación del señor Ameliac es clara, se infiere lo que trata de decir a cada venezolano:
“Maduro en malo, su fuerte es el odio y la venganza, la muerte siembra por doquier, utilizando el hampa, la escasez de medicamentos y medicinas para reducir la población de escuálidos; la justicia activa para proteger al pueblo –nosotros, el grupito originario, golpista de 1992-, pero si ustedes, derecha maltrecha, apátrida, insiste en revocarlo, pues le pondremos a Diosdado Cabello, jefe del Cartel de los Soles, que es peor a Nicolás y no dudará en utilizar su maldad contra usted. Así que:
¡Te calas a Maduro o te ponemos a Diosdado!”
Este es el mensaje entre líneas, sin embargo, Nicolás Maduro es el jefe de la banda, no tiene escrúpulos, su nivel de maldad solo es comparable a Hitler, Mussolini, Fidel Castro, Pol Pot, Sadam Husseín, Calígula, José Tomas Boves.
Así que, lo que interesa es desarticular la banda y ello pasa por descabezarla, al revocar a Nicolás Maduro de elimina o da de baja al jefe de la banda.
¿Qué va a quedar Diosdado Cabello?, Já !, como todo militar indecente, es narco y cobarde –la DEA cuando afirma que alguien es narco es porque ya le tienen una montaña de pruebas-. Solo imaginen trece millones de votos emitidos por los ciudadanos venezolanos el día del Referéndum Revocatorio, ese acto materializará la muerte de la banda criminal llamada PSUV y su socialismo del siglo XXI, por tanto, cualquier miembro de la pandilla se enfrenta a una sociedad envalentonada y llena de optimismo y energía que lo doblegará.
Lo importante es que, cada venezolano asuma su responsabilidad de contribuir con la destrucción de esta dantesca maldad llamada revolución.
José O. Ceballos P.
Josece-01@hotmail.com
30-09-2010
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