lunes, 3 de octubre de 2016

Bernabé Gutierrez: We’ll be come back



En horas recientes en Acción Democrática y el país, conmemoramos 35 años de la desaparición física de nuestro líder fundador y padre de la democracia, Don Rómulo Betancourt. Político, periodista y Presidente de la República. Considerado uno de los políticos más integrales e importante del Siglo XX. Sus comienzos por la sensibilidad social se dieron en su época de líder estudiantil en 1928. Él, junto a otros destacados jóvenes de ese momento dirigieron con valentía y en apego a la democracia la primera manifestación popular en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez.

Nuestro líder fue uno de los más operativos y fieles opositores al gomecismo, condición esta que le costó el destierro de su país, hasta la muerte del dictador. También fue expulsado de tierras venezolanas por Eleazar López Contreras y otros gobiernos militares que asumieron el poder desde 1949 hasta 1958. No obstante, todo este empecinamiento en contra de nuestro líder fundador, era por sus ideales democráticos, los cuales defendía a capa y espada.

Fue así como en 1941, fundó junto a otros dirigentes nuestra organización política Acción Democrática, quien acaba de arribar a 75 años de su creación. Gracias a su labor política y esfuerzos hacía la reivindicación de los desposeídos y los más necesitados, fue así como AD se convirtió en poco tiempo en el partido del pueblo y en la voz de los humildes y silenciados hasta el momento.

Siempre con una visión de futuro de libertad y democracia, fue que en 1945 nos sumamos a la rebelión cívica del 18 de octubre contra Isaías Medina Angarita, para así instaurar en nuestro país, un gobierno de transición que garantizara el respeto a la Constitución de diversos decretos, ley de emergencia y de elecciones libres en los años por venir para el cargo de Presidente de la República. El 19 de octubre de 1945, fue designado presidente provisional de la Junta Revolucionaria de Gobierno, integrada por civiles y militares. Sus principales metas políticas en ese momento fueron, instaurar el sufragio libre, directo, universal y secreto. Otorgar plena garantía a los partidos políticos, combatir la corrupción administrativa y proporcionar mejor calidad de vida al pueblo.

Posteriormente, el 7 de diciembre de 1958 es electo presidente de la República con más del 49% de los votos. Es de resaltar que su segundo gobierno se caracterizó por una apertura a la estabilización de la democracia venezolana, la promulgación de una nueva Constitución, la Reforma Agraria, el desarrollo de la industria petrolera, inversión en el sector educativo y el cese de relaciones con gobiernos ilegítimos o dictatoriales en el mundo. Para poner orden al país, tuvo que enfrentar ataques internos y externos, guerrillas, huelgas laborales, intentonas golpistas y hasta atentados contra su humanidad.

El fin de su período presidencial fue en 1964, dejando las puertas abiertas a los gobiernos sucesivos en un marco democrático y de respeto. Por eso y por muchos aportes a nuestro país es llamado el padre de la democracia en Venezuela. Hoy su legado y sus consignas y acciones de lucha siguen más vigentes que nunca, y es que fue un gran visionario de la Venezuela contemporánea. Murió el hombre pero su legado no morirá jamás, porque está arraigado en todos los venezolanos. Well be come back.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario